Esta casa en la cima de la colina está situada cerca de un pueblo de campo de Nueva Gales del Sur, lugar cercano a una universidad, una galería de arte regional y muchas otras instituciones culturales.
Los materiales exteriores son resistentes a los incendios forestales y al duro clima invernal, al mismo tiempo que mantiene un acabado fresco y urbano. Los interiores son un refugio urbano y culto a una colección de arte y artefactos indígenas recogidos en África y Asia. No hay lugar para los látigos, sillas de montar y los clichés de estilo rural. Su moderno “Homestead” se encuentra en la cima de la propiedad para supervisar la situación del ganado en el valle a través de grandes ventanas y “alas” estratégicamente orientadas.
Los galpones de granja y graneros están situados a distancia, creando una separación de vida laboral y familiar para los propietarios.
Mantener intacta la naturaleza, las laderas cubiertas de hierba de la colina continúan hasta el final bajo la plataforma de concreto. La losa y la falda de acero corrugado, son una protección contra los incendios de pastizales y ocultan los tanques de agua de gran tamaño. El hormigón y los tanques proporcionan una amplia masa térmica para equilibrar las temperaturas extremas que el alto campo posee.
Por iiarquitectura y arq.com.mx
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