Stavanger Museo de Arqueología

Aunque muy vibrantes y activas, las instalaciones del museo son actualmente inadecuadas y pequeñas. Por lo tanto, el objetivo del concurso era crear una extensión que forma la fachada principal del museo nuevo y que sobre todo ofrece un espacio para la exhibición y la educación.

El edificio de nueva exposición subordina el trimestre en su conjunto y quiere establecer un cuarto coherente en el que el peso y la calidad del mineral de la formación del carácter se repiten, el bloque de productos lácteos de edad, a través de la adición de los años 90 y la construcción de la nueva exposición. Esta totalidad se refleja en cómo el nuevo y el antiguo museo se encuentran, los edificios se casi cosido y la superposición de la estructura y el diseño. El tratamiento formal del volumen hace que el mismo énfasis. Las losas del techo están triangulados para formar una conexión continua entre el edificio del siglo 90, el edificio de nueva exposición, y con el edificio antiguo al noroeste del sitio.

Esta flexibilidad también permite que un oficial de ajuste sutil del volumen en relación con otros parámetros fundamentales: el edificio está retirado del patio introvertido de manera que la escala fina del patio no está roto, el piso de arriba se extrae para satisfacer la regulación y la hace el volumen principal menos dominante en la situación de calle. Por último, pero no menos importante, el volumen principal se levanta hacia la ciudad para crear un gesto de bienvenida a los visitantes a la entrada del museo.

Desde la entrada se llega a una recepción de información y venta de entradas, y ya está aquí usted se encontrará en el corazón del museo. Desde esta habitación todo el espacio expositivo disponible. Al moverse en el atrio de caminar a través de las nuevas áreas de exposición y por el movimiento en el complejo de edificios en planta baja a través de una conexión de nuevo vidrio en el patio, se llega a la exposición permanente en el bloque de productos lácteos de edad.

Esta forma de manejar la logística funcional, crea una situación sencilla y clara, donde los visitantes de la exposición sólo pasan un puesto de control, mientras que los visitantes de la cafetería, patio o auditorio puede hacerlo libremente, sin la solución de un billete.

Por iiarquitectos y arq.com.mx