
La propuesta dio a luz por Matali Crasset con los habitantes y voluntarios de Le Vent des Forêts, consistía en hacer del bosque un asunto de vida, dejando al descubierto su magia encendente. Para ello, Matali explica la necesidad de "humildemente confrontarnos con el bosque a comprender y discernir su ser".
Para evitar enredar el asunto de forma y función, Matali elaboraron por primera vez un entorno creativo que revela cómo todo es posible, independientemente de la forma de un módulo llamado Metaform.
Esto fue copiado y colocado en el espacio con la misma facilidad que un niño integra un formulario pre-existentes en su imaginación o un juego, creando 4 tipos de santuarios: el Chysalide, el Brocard, los Champiñones y la Nichoir.
Estas casas son salvajes habitaciones ecológicas que ofrecen comodidades básicas y embrionarias. Las combinaciones de madera de acacia, el pino Douglas y la mezcla de acero galvanizado en el paisaje, camuflado en la naturaleza y las sombras de la maleza, asegura que poco a poco aparezcan.
Matali señala que "Estas estructuras ligeras son sin fundamento y se pueden mover por el bosque sin dañar la naturaleza o alterar el ecosistema".
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